AYUNTAMIENTO DE BARCELONA
Estratègia d'alimentacio sostenible Barcelona 2030

AYUNTAMIENTO DE BARCELONA Y LA ALIMENTACIÓN SOSTENIBLE

Desde el año 2016, el Ayuntamiento de Barcelona promueve una política alimentaria basada en los principios de la alimentación sostenible, según el documento del Manual de ciudades y los compromisos adquiridos con la firma del Pacto de Milán https://www.alimentaciosostenible.barcelona/es en octubre del 2015.

El Pacto de Milán es un tratado de las ciudades que se comprometen a impulsar sistemas agroalimentarios sostenibles, inclusivos, resilientes, seguros y diversificados, para asegurar comer sano y accesible a todas las personas y con el objetivo de reducir el derroche alimentario, preservar la biodiversidad y, al mismo tiempo, mitigar y adaptarse a los efectos de la crisis climática.

Después de la definición e implementación de una primera Estrategia de Impulso de la Política Alimentaria 2016-2019, nace el proyecto de Barcelona Capital de la Alimentación Sostenible 2021. Este proyecto emerge en el contexto en que Barcelona se convierte en la sede del 7.º Foro Global de Ciudades del Pacto de Milán en el 2021, y que culmina con la elaboración de una nueva estrategia de futuro a 10 años vista: la Estrategia de Alimentación Saludable y Sostenible 2030 y la creación de un espacio de gobernanza y participación por su implementación, el Acuerdo de Ciudad por la EASSB2030.

El impulso de una transición alimentaria en Barcelona se articula en torno a tres ejes estratégicos principales:

En primer lugar, fomentar dietas saludables accesibles para todo el mundo (la alimentación sostenible es buena por las personas). Esto contempla la promoción de una alimentación saludable, sostenible y accesible en la población de Barcelona. Y, al mismo tiempo, nos permite avanzar hacia el derecho a una alimentación adecuada para todas las personas en la ciudad de Barcelona desde una perspectiva transformadora. El segundo eje consiste al impulsar economías locales y sostenibles (la alimentación sostenible es buena por el territorio). Finalmente, el tercer eje pone el foco en combatir la emergencia climática (la alimentación sostenible es buena por el planeta).