GEORGIA KOUTSOUKOU
Nací en Kalamata de una madre y un padre excelentes que, por las circunstancias que describiré, perturbaron mis papilas gustativas desde pequeña. Mi padre, marinero, siempre nos traía sabores extraños después de cada viaje.
Mi abuelo tenía una carnicería en el mercado central de Kalamata. Con su bata blanca atendía a los clientes con las mejores técnicas. Siempre vendía carne de cerdo respetando la tierra, a los proveedores y, sobre todo, a los clientes. Así crecí yo. Me enamoré de la comida de Mesenia y de las formas tradicionales de elaborar los platos. Me hipnotizaba todo lo que había dentro del mercado, paseaba y conocía a todo el mundo. Con esta fortuna empecé a viajar por la cocina y el gusto. Estudié interpretación-traducción en Roma e hice un doctorado y algunos seminarios de cocina en el extranjero, me gradué en la escuela de gastronomía de Atenas, donde ahora soy profesora de gastronomía. La organización Europea de Reciclaje de Alimentos me concedió en 2018 el premio al trabajo global por mi menú de residuos alimentarios. Soy chef líder de Slow Food del Peloponeso e intento junto con los productores de brigada crear prácticas agrícolas correctas para que la materia prima que llegue a nuestro plato sea adecuada en términos de calidad y sabor.
Pongo todo mi amor en mi cocina porque quiero dignidad, es lo primero que aprendes cuando te sientas a la mesa familiar de los domingos. Viajo, cocino y me preocupo por lo que comeremos todos mañana.